Whiteclaw's story cap 4

UNA RAZÓN PARA PELEAR

La noche del viaje a Desolace marco un momento especial en la vida de Whiteclaw. Nunca habia salido tan tarde a recorrer los caminos y jamás se había alejado tanto en territorio desconocido. La luna se reflejaba hermosa sobre los áridos baldíos, y fue la única luz que encontro entre las ramas de las peligrosas Stonetalon Mountains. El camino era peligroso y temían la prescencia de aliados en cualquiera de los territorios en disputa por los que estaban transitando... la druida jamás habia estado en zonas de guerra y escuchaba con atencion todo lo que Iridal le relataba sobre los frentes de batalla y los enemigos que habia derrotado en invasiones y defensas, anécdotas de como habia estado rodeada de Aliados y habia logrado escapar por milagro de alguna pocion de invisibilidad o por la ayuda de la Horda.
Lamentablemente la druida nunca llego a Desolace pues una araña gigante la tomo por sorpresa en las montañas antes de cruzar la frontera y, envenenada y debil tuvo que ser asistida por una priest llamada Solcito que se cruzaron en el camino. Iridal siguio adelante y dijo a White que pronto iría a buscarla a Los Baldíos para nuevos viajes pero que hasta entonces debía descansar y volverse fuerte.
The Barrens, o Los Baldíos era una provincia carente de vegetación pero llena de posibilidades para una joven druida en formación, pronto la tauren se volvio más fuerte e incursionó en diversas y peligrosas misiones de cacería y sanación de la naturaleza.
Pasado un tiempo se hizo conocida entre la gente de El Cruce, a quienes ayudó en varias oportunidades, un viejo druida del lugar le había encargado ya varias misiones que había realizado con gran exito, y ya pronto se acercaría el momento de dejar la provincia...
Le llegaron noticias de Iridal por correo, luego de una exitosa estadía en Desolace, la elfa se encontraba ahora en el otro continente en Bahía del Botín, pero en un plazo de una semana se encontraría por los muelles de Trinquete, en Los Baldíos y deseaba ver allí a la druida para contarle sobre sus viajes y emprender nuevos caminos juntas.
Lo que más le llamó la atención a la druida de la carta era la mención de una gran hermandad de la cual la elfa formaba ahora parte.
Corrían ya los últimos dias del verano, Whiteclaw volvía de una de sus últimas misiones de cacería dispuesta a descansar en la posada con un buen vaso de leche fría como el hielo. Saludó al amable posadero como de costumbre y se sento a descansar...
de repente el bullicio de El Cruce se disolvió en un incómodo silencio, algo andaba mal... la puerta se abrió de golpe.
La druida estaba de espaldas a la puerta mirando con ojos fijos como la expresión en el rostro del viejo posadero se se convertia en una mueca de terror y sobresalto.
Whiteclaw se levantó de la silla y se incoporó rápidamente dando media vuelta. Jamás había visto a alguien asi.
Se trataba de un jinete, un paladín humano en una gran monta, era la pirmera vez que la tauren veía a un Aliado, la primera vez que estaba cara a cara con un enemigo... no pudo distinguir su rango pero su superioridad estaba más que clara...
El paladín ni siquiera se molestó en bajar de su montura, miró a la druida desde el interior de su oscura armadura y sólo se limito a reirse... atropellandola con la monta pasó de largo y se dirigió hacia el viejo posadero, que se aprestó a luchar como podía con su derruída escoba...
La druida dió poca importancia al insulto del humano pero si se enfuereció al ver que un paladín atacara a un pobre anciano y a los indefensos habitantes de un pueblo árido y sin grades posibilidades de oposicíon como ese. La furia se agitó en su interior y un gran torrente de magia comenzo a recorrerla, no le importaba ya si moría o no en ese lugar árido, no le importaba ya si los druidas del círculo eran o no neutrales, sólo le importaba intervernir y evitar lo que estaba por suceder...
Fue allí frente a esa injusticia y esa desigualdad, allí frente a un enemigo que no tenía otra meta que la destrucción y reía mientras atormentaba a quienes no lo habían ofendido, fue allí, en ese preciso momento en que la guerra se convirtió en su guerra, en que la sangre de su gente, derramada por aquellos con ambición y sed de poder sin límites se convirtió en su sangre, en que los caídos en batalla eran sus hermanos y su sacrificio era su fuerza.
Fue en ese momento en que la druida se volvió verdaderamente parte de la horda y se dijo: "No me importa si aún soy joven, no me importa si aún no soy lo suficientemente fuerte para enfrentar a quien tengo frente a mí, si ni siquiera he alcanzado mi primera forma feral y si después de hoy ya nunca podré hacerlo... si mi vida termina aqui que asi sea, pero que el mundo sepa que morí peleando!"
"Furia", fue justamente el hechizo que mejor conocia y el que comenzo a castear en ese momento. Antes de asestar el primer golpe el paladin detuvo su arma frente al posadero y miro hacia atrás... era casi ridículo para él que alguien como esa tauren excesivamente blanca siquiera intentara hacerle frente... realmente creyó que para ese momento ya habría huído lejos en lugar de intentar estupideces. Con un gesto de cansancio el paldín apresto su arma y con un rápido movimiento de muñeca dejó a la tauren en el piso de un limpio espadazo en la frente... no había podido siquiera finalizar el hechizo... su conciencia se desvanecía y su sangre corría por su rostro cálida y constante... la última imagen que vió fue la del humano dándole la espalda y dirigiéndose hacia el arrinconado posadero que no hacía mas que observar la escena con impotecia y preocupación.
"¿Es esto por lo cual la gente pelea?" se preguntó Whity mientras la oscuridad la envolvía "Esta sensación... la impotencia de no poder defender lo que realmente importa, ¿Es para evitar esta sensación por lo que debo volverme más fuerte? El Círculo está equivocado, la guerra es demasiado grande y hay demasiado en juego como para ignorar su presencia y dedicarse a otros asuntos... la naturaleza es lo más importante en la vida del druida... pero esta gente, como el posadero, ¿Acaso ellos no importan? ¿O son tan solo daños colaterales en un mundo paralelo que no afecta a la misión superior del Cenarion? No... si no le damos fin a la amenaza de la guerra y al cruel avance de la Alianza ya no va a quedar mundo al cual salvar, ya no va a quedar gente a la cual valga la pena salvar... Tengo que volverme fuerte... tengo que ponerle fin... a toda esta locura... a TODO"

El agua fresca corrió con suavidad por su frente... el druida local se estaba encargando de sus heridas con gran presteza... el anciano estaba bien, los guardias que quedaban en pie habían llamado refuerzos y el humano fue forzado a retirarse justo antes de asestar el golpe final sobre el posadero. White aun estaba aturdida pero su cabeza estaba más ordenada que nunca... esa misma tarde partió hacia su última misión sobre esas tierras: Wailling Caverns, el sitio más peligroso de la provincia.
Iba a voverse fuerte... y pronto...

Nota: todo en los relatos es veridico u.u la primera vez que vi un ally paso eso... yo era lvl 9 mas o menos y me cabio de una manera abismal XD