Whiteclaw's story

LA REVELACIÓN DE LA LUNA BLANCA.
Dicen que un grandioso y triste destino, marcado por la soledad y el dolor aguardan a los nacidos bajo la blanca luna llena del solsticio invernal, y el archidruida Hamul Runatotem sabía que la pequeña tauren albina que habia nacido esa noche no sería la excepción a esa leyenda...
Corrían tiempos duros para el puebloid e los tauren, los comflictos internos con el clan totemsiniestro y los frecuentes enfrentamientos con las tribus de centauros que hostigaban sus tierras hacían de su raza un blanco perfecto para las fuerzas aliadas que no tardaron en aprovecharse de la situación para devastar cualquier poblado de la zona que se interpusiera en el camino de sus crueles deseos de expansión y dominio.
Cuando las noticias de la llegada del enemigo alcanzaron Thunder Bluff ya era demasiado tarde para muchas de las aldeas que habián sido expuestas a los ataques, se encargó al archidruida Runatotem guiar a un tropilla de rescate entre las devastadas tierras y encargarse de la sanación de las mismas y de brindar ayuda a los que hubieran sobrevivido a la masacre.
Durante interminables y duras jornadas el druida y sus acompñantes recorrieron ruinas y escombros brindando ayuda y alivio a una tierra cubierta de cenizas y escombros, y dando el apropiado sepulcro a los hermanos asesinados, hasta que por fin una helada noche invernal divisaron el fuego enemigo en el horizonte...
El poblado de Winterhoof, una apacible aldea dedicada a la agricultura y a la pesca estaba siendo masacrado cruelmente por soldados de Stormmwind.
La furia que recorría los corazones de los brvos guerreros que acompañaban a Runatotem había ido creciendo con cada aldea ruinosa que el enemigo habia devastado y la sed de venganza se iba haciendo cada vez más profunda con cada hermano que habían selpultado en su camino. La determinación en sus ojos brilló más que cualquier constelación del gélido cielo nocturno, y en cada una de sus miradas se leía el mismo mensaje, cada bocanada de aire que esos miserales soldados humanos tomaban era un insulto para sus hermanos y su pueblo, ¡un insulto al que sus fríos aceros pondrían fin en ese intante!
No hubo necesidad de dar orden de atacar cada uno de los guerreros supo exactamente que hacer y como hacerlo, tanto su sincronía como su fiereza eran impecables, el espíritu de cada uno de sus hermanos muertos guiaba sus manos y alimentaba sus valerosos corazones.
La batalla fue dura, pero cuando el último grito moribundo se fundió con el silencio de la noche el estabdarte aliado habia caido bajo las justas y firmes pezuñas de los guerreros tauren.
Habiendo ganado la batalla los guerreros se dedicaron a la tarea de atender a los heridos, pero Runatotem aún no podía sacudirse esa extraña sensación de incomodidad que lo había estado asfixiando desde su entrada en ese pueblo... era como si supiera que estaba pasando por alto algo, algo muy importante que no debía olvidar por ningún motivo. Desconcertado y nervioso, el druida hizo lo que ya tantas veces había calmado su ansioso espirítu y lo habia guiado en el pasado, elevó solemnemente la vista al cielo, buscándola a ella...
Blanca, imperturbale y eterna, la hermosa luna llena se reflejo en las pupilas del viejo druida que quedó sumido en una profunda y turbulenta visión...
Dos tauren de tribus enemigas enamorados buscan refugio de los duros conflictos que acosan a sus pueblos y se dirigen al tranquilo pueblo de Winterhoof, mal vistos al principio por los habitantes del lugar pasado un tiempo logran ganarse la amistad y la confianza de los tauren locales que los ven ahora como sus hermanos...
Noche de luna llena, solsticio invernal. la pareja da a luz a una niña, única en su clase, una rara tauren albina, blanca como la pálida luna llena que la vio nacer...
Tambores de guerras quiebran la alegría de la joven pareja y su recién nacida, los humanos hacen su brutal entrada en el pacífico poblado...
en la brutal batalla en vano tratan de poner a salvo a la pequeña, pues luego de ser asesinados los padres el soldado humano se apresta a asestar el golpe final, pero algo lo detiene. El humano ahora vuelve violentamente la vista a su espada para descubrir a quien se interponia entre él y su horroroso acto. Con horror y sorpresa comtempla como una fuertes raices envuelven su arma y comienzan a inmovilizar su cuerpo a medida que el llanto de la pequeña albina crece, sin darle tiempoa reaccionar las raices sujetan con fuerza el cuello del humano hasta dejarlo sin aire... de apoco el soldado siente como la vida se escurre de él sin poder hacer nada al respecto, comptempla una ultima vez a la recién nacida, una mezcla de terror, asombro y furia se reflejan en los ojos del soldado y solo una palabra alcanza a escucharse de sus secos labios antes de que el su aliento se extingua para siempre, "d..ru..i..da...".
El archidruida Hamul Runatotem se recupera subitamente de su terrible visión, siente como si respirara por primera vez en un laro tiempo de asfixia. Eleva la vista una última vez, la luna aún sigue ahi, imperturbable, fría y hermosa. Se apresura a recorrer el pueblo y llega pronto al lugar de su visión, todo está tal cual la blanca luna se lo había revelado, el cuerpo del soldado cuelga de las firmes raices y la pequeña, aún sollozante se encuentra detrás de él. El druida se apura a su encuentro y la levanta en sus brazos, los llorosos ojos albinos se abren grandes y sus pupilas se relejan en las suyas... la niña esboza su primer sonrisa ganándo se la ternura del viejo druida, que la contempla con un sentimiento de ternura y consternación.
Luego de salir afuera el reflejo de la luz lunar reflejado en la blanca criatura la hacen más pálida aún, Hamul la mira tiernamente y por fin susurra "Bienvenida al mundo... Whiteclaw"

a la miierda los humanos muertos, arriba Whitclaw y Hamul Runatotem

EXELENTE MUY BUENA!!!!

La verdad que Tori ha logrado algo muy bueno, gracias a el largaron con las historias...
Whiteclaw, excelente lo tuyo, si me pongo las pilas hago la mia.
(siempre digo lo mismo :S)